Las excusas en el pádel… ¿Nuestro peor enemigo?

Seguro que te suena haber escuchado (o dicho) alguna de estas frases durante o después de un partido de pádel:

“No estoy tocando bola…”; “Me he quedado frío…”; “Con estas bolas no me corre el remate…”; “Hay viento/sol/reflejos/frío/calor/ruidos…”; y podríamos rellenar este post con millones de ejemplos de excusas con las que explicamos que hemos perdido un partido. Y esto es importante analizarlo porque generalmente no solemos manifestarlas cuando el partido lo hemos ganado… ¿Verdad? 😉

Lo importante es entender que estas excusas son factores o circunstancias que, la mayoría de las veces, no vamos a poder controlar y que por norma general no solo nos afectan a nosotros mismos… Si no a los 4 jugadores que juegan el partido. Los factores externos no dependen de nosotros, ¡pero nuestra actitud sí!

La clave para que no nos afecten es tratar de identificarlos rápidamente, asumirlos y poner una solución lo antes posible. Incluso si somos capaces, podríamos intentar que jugaran a nuestro favor para incomodar todavía más al rival. En cualquier caso nunca debemos dejar que nos dominen, en el momento en que lo convertimos en excusa habremos perdido el partido con casi toda seguridad.

A continuación te ponemos algunos ejemplos y consejos para anticipar o poner solución a los factores más comunes que pueden afectar a nuestro juego. Aprovecha el calentamiento en pista para evaluar la situación y condiciones de juego:

Las excusas en el pádel

  1. Si hace mucho frío o las bolas no botan mucho y eres un jugador pegador, probablemente tu remate no responda todo lo bien que te gustaría, por lo que tendrás que adaptar tu juego desde el principio y asumir que ese partido requerirá de un planteamiento diferente. No servirá de nada terminar el partido y decir “la bola no salía nada”. Eso ya lo sabías… ¡Pon solución desde el principio y busca alternativas! Por ejemplo: cambia el remate plano o por tres por golpes como bandeja, víbora, remate/gancho a reja o remate plano rápido (sin altura)… Serás mucho más efectivo desde el principio del partido.
  2. Si hay viento, sol o reflejos… Comprueba durante el peloteo cómo afecta a tu juego y cómo puedes intentar evitar que te afecte demasiado durante el partido. Por ejemplo, si tienes el sol en contra y los globos te hacen daño, presiona bien en la red para que el rival no pueda levantar globo o ten un juego más agresivo cuando estés en el fondo. Aprovecha la situación y en el cambio de campo busca incomodar al rival con los mismos globos que has intentado evitar que te tiren… ¡Utilízalo a tu favor!
  3. Quedarse frío es una situación muy habitual durante el partido de pádel, pero nunca puede ser una excusa. Busca soluciones. Si es porque hace frío, mantente muy activo, desplázate con tu compañero cuando le tiren globo, mueve tus piernas en todo momento, ve corriendo a por la bola después de cada punto… ¡Es algo que tiene solución! Si la razón de quedarte frío es que están jugando más a tu compañero/a (táctica de la «nevera»), habla con él/ella y busca recibir más juego: pide las bolas que vayan al medio y pídele que juegue más a su paralelo para intentar que el rival juegue cruzado y puedas entrar más en el partido. Tu compañero/a también te agradecerá que le descargues un poco 🙂
  4. ¿La actitud del rival o los comentarios del público te han sacado del partido? Sabemos que no es fácil, pero no te dejes llevar por ello, concéntrate en el partido y pon el foco en la pelota y en cada punto. Si necesitas consejos para reconducir y mantener tu concentración en el partido puedes leer nuestro post “como mantener la concentración durante un partido”. No permitas que te dominen estas distracciones y enfócate en lo importante. Abstráete y utilízalo como un extra de motivación.
  5. Es que mi compañero no ha jugado bien”. Sí, estamos de acuerdo en que el pádel es un deporte de dos y no todo depende de uno mismo. Pero justo por eso la mitad de la responsabilidad es nuestra. No podemos restar por ellos ni golpear el 100% de las bolas, pero podemos acercarnos a ellos, animarles después del fallo, felicitarles por los pequeños aciertos, aconsejarles, darles confianza y quitarles presión… Debemos asumir la responsabilidad de ese partido, intentar recibir más volumen de bola, pedir los restos en los puntos de oro, ser valientes a la hora de definir… Puede que tu pareja no tenga el día, pero eso no te exime de toda responsabilidad y siempre habrá algo que podamos hacer para mejorar la situación del partido e incluso el juego de nuestro compañero/a. Intenta que el nivel de tu compañero suba por el hecho de jugar contigo.

En resumen, siempre va a haber factores en un partido y muchos de ellos perjudicarán nuestro juego y podrán afectar a nuestros resultados. No vamos a poder eliminarlos y, en la mayoría de los casos, afectarán al resto de jugadores por igual. Utilizarlos como excusa no va a hacer que desaparezcan ni nos harán ganar el partido. La única opción es asumirlos, analizarlos y encontrar la mejor manera de adaptarnos para que nos afecte lo menos posible. Sabemos que no es fácil pero… ¡Todo es empezar y practicar! Esperamos que os sirvan estos consejos y que os ayuden a disfrutar de la competición y a rendir mejor en vuestros próximos partidos de pádel 🙂

 

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